La llave que revela tu potencial ilimitado es el amor, que es quien te libera y cura; aunque el amor -ya sabes- empieza por ti. Y es que no tiene sentido buscar fuera lo que no te das a ti mismo.
Date siempre amor pues pienses lo que pienses, hagas lo que hagas o digas lo que digas, siempre mereces respeto.
Venimos a aprender, a imaginar, a crecer como personas y a tomar conciencia y podemos equivocarnos y rectificar, pero en ningún momento debemos dejar de respetarnos.
Cuando abrimos nuestro corazón, empezamos a experimentar la infinita reserva de amor de que disponemos y apreciamos lo extraordinario que es estar vivo y en posesión del don más preciado del universo, que es la propia vida.
Pensémoslo durante un momento, y es que ahora, en este instante, poseemos algo más valioso que todas las riquezas del mundo.