Hablamos en una tertulia radiofónica sobre Woody Allen y la hipocondría, y comento que el neoyorquino es uno de mis directores de cine favoritos, y que me encanta su poderoso talento e inteligente humor, siendo probablemente, por otra parte, el realizador que más ha difundido el psicoanálisis en el cine.
Y recuerdo que en sus películas ha creado un personaje fácilmente identificable a través del que, con ingenio y originalidad, aborda temas como el amor, las relaciones de pareja, la amistad, o el azar, pero también la salud y los médicos, quienes se muestran con habitualidad en sus filmes plenos de agudeza y de ironía, y en los que la hipocondría también aparece como acostumbrada protagonista.