No nos equivoquemos. Escucharnos, no es ponerle atención a nuestro diálogo mental, a todos esos pensamiento inútiles sobre lo que nos rodea, sobre el pasado y el futuro. Diálogo que se establece gratuitamente sin que yo haya hecho ninguna pregunta, sin que me haya planteado nada. Escucharse es otra cosa. Y no es fácil. Para