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Habrás escuchado en muchas ocasiones que alguien te dice que está atravesando una “crisis existencial”, es algo que muchas veces se dice a la ligera cuando estamos tristes, aburridos o perdidos por algunas circunstancias de nuestra vida. Pero las crisis existenciales pueden llegar a ser algo muy serio y hay que prestarles la atención que requieren en cada caso.
Estas frases y otras similares las he escuchado muchas veces en consulta, la persona suele llegar muy angustiada y con ansiedad, en ocasiones hasta con una depresión cuando se lleva mucho tiempo rumiando estas ideas.
Están sufriendo una crisis existencial. En algunos casos está puede llevarte a dar un giro importante en tu vida y a encontrar nuevas metas y objetivos, pero en otros casos pueden llevar a la persona a una grave depresión con ideaciones suicidas.
Las crisis existenciales pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida, menos en la infancia, y suelen tener su origen en un desbordamiento de la existencia de esa persona, bien porque tiene que afrontar cambios importantes en su vida para los que piensa que no se encuentra suficientemente preparado, como es el caso de las que se pueden provocar en la adolescencia, o por acontecimientos que nos sobrepasan y a los que creemos no poder hacer frente, que se dan en la edad adulta y también en la tercera edad, y en muchos casos ocurren sin que haya nada que parezca haberlas provocado.
Cuando sufrimos una crisis existencial nos ponemos a mirar hacia dentro de nosotros mismos y comenzamos a cuestionarnos todo y a analizarlo todo, cosas que antes no nos habíamos plantado de pronto adquieren una gran importancia y además se instalan en nuestra mente de manera recurrente intentando encontrar respuestas que la mayoría de las veces son imposibles de encontrar.
En esta situación nos hacemos preguntas a las que no sabemos responder y esto nos produce mucha ansiedad, desasosiego y angustia.
Es posible que estés pasando una crisis existencial si:
Estos pensamientos invaden tu mente y así te sientes en una crisis existencial.
Esto mantenido en el tiempo puede llevarte a una tristeza y melancolía, desesperanza e indefensión, pudiendo desembocar en una depresión y en algunos casos con acciones autolíticas.
Se ha especulado mucho sobre las causas de que se produzca una crisis existencial, y como ocurre en muchos casos estas suelen ser multifactoriales, por una parte si puede haber cierta tendencia familiar a sufrirlas, pero podría ser de carácter educacional dentro de ese grupo familiar, en otros casos se identifica perfectamente un factor desencadenante de la crisis, pero este factor no tiene por qué ser un hecho dramático o demasiado importante, un hecho sin importancia aparente puede inclinar la balanza a sufrir una crisis existencial en una persona que en ese momento de su vida se encuentra en predisposición de sufrirla.
Se ha creído que puede tener que ver con el planteamiento de la mortalidad y la vida finita, o con no estar satisfecho con la vida que se ha llevado hasta ese momento.
Las crisis existenciales son personales y cada uno la vive de diferente manera, algunas se autolimitan en el tiempo e incluso la persona aprovecha para dar un giro a su vida o tomar decisiones importantes, teniendo en este caso un resultado positivo.
Si la crisis existencial se extiende en el tiempo y no se consigue salir de ella por si mismo tendremos que buscar ayuda psicoterapéutica y en algunos casos se necesita también tratamiento farmacológico.
En mis tres libros “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y “Las Ruedas Dentadas. Pequeños cambios para grandes cambios”, en ellos podrás encontrar orientación para salir de una crisis existencial si te está ocurriendo, ayudándote a encontrar nuevas expectativas de futuro, herramientas prácticas y sencillas para vivir tu presente, y por supuesto descubrir el sentido a tu vida.
Dra. Marisa Navarro.