Venecia es una ciudad única, donde la arquitectura y la historia invitan a rutas fascinantes, por lugares tan emblemáticos como la Plaza de San Marcos rodeada de ilustres edificios, o el Palacio Ducal de estilo gótico, o la pequeña isla de San Giorgio Maggiore, o la Basílica de Santa María della Salute, o el Gran Canal, o los Jardines de la Bienal.

Y es una ciudad que se me antoja laberíntica y misteriosa, y cuyos palacios e iglesias, y lugares recónditos y callejuelas deslumbrantes y sutiles, encantan al visitante en su paseo por la misma.

Mereciendo especialmente la pena visitar de noche la ciudad de los canales, para descubrir todo su esplendor, eligiendo al azar uno de sus lugares imprescindibles, como es el Campanario de la Basílica de San Marcos, para desde lo alto de la Torre, disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.

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Marisa Navarro