En muchas ocasiones nuestras emociones al mezclarse con nuestras preocupaciones, alteran nuestros pensamientos, y hace que nos sea dificultoso ver la solución de los problemas. Una buena técnica, es pensar que no eres tu el que tiene el problema, sino alguien a quien aprecias sinceramente. Piensa: ¿Qué le dirías que hiciera?. ¿Cuáles serían los consejos