Está bien enfadarse, mostrar nuestros desacuerdos con vehemencia, discutir si es necesario y patalear venido el caso. Pero una vez que ya ha pasado el hecho, te has preguntado para qué nos sirve permanecer en el enfado, en la discusión o en el pataleo. Incluso en ocasiones seguimos enfadados largo tiempo y no recordamos ni