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La Alimentación Intuitiva se basa en conocerse y en escuchar a tu cuerpo, sus señales son muy importantes y ellas te van a guiar a comer lo que es bueno para ti y te sienta bien, y esto en ningún caso va a ser la comida ultraprocesada, ni los atracones, ni nada que pueda hacerte daño, nuestro organismo es muy sabio.
Lo que ha ocurrido es que nos hemos desconectado de él, no lo conocemos ni sabemos escucharlo, no entendemos sus mensajes. Escuchamos lo que nos dicen los medios de comunicación, las redes sociales, los amigos y los vecinos, y no nos escuchamos a nosotros mismos. Conocemos la vida del famoso de turno y que poco nos conocemos a nosotros.
No se trata de ningún tipo de dieta, se trata de comer lo que realmente te apetezca y sea bueno para ti.
Todos sabemos si algo nos sienta o no nos sienta bien. ¿Cómo se siente una persona después de un atracón?, ¿cómo te sientes después de comer comida basura?, ¿cómo te sientes después de comer una comida saludable?
Todas estas preguntas tienes que hacértelas y responderte con sincera honestidad.
¿Sabías que tenemos una hormona llamada “Leptina”, que es la hormona de la saciedad? , la Leptina se segrega cuando hemos comido lo suficiente, nacemos con la capacidad de escucharla, los niños pequeños la saben escuchar perfectamente, pero a medida que crecemos dejamos de hacerlo, y ya casi nadie sabe ni que existe.
¿Sabes distinguir el hambre física del hambre emocional? Tan solo observándola puedes distinguirlas, tres minutos de observación de lo que te vas a comer son suficientes para distinguir una de otra. Es la técnica de los tres minutos, la puedes encontrar explicada en mi último libro, “La Alimentación Emocional”, te va a sorprender lo eficaz que es.
Para comer intuitivamente tienes que olvidarte de las dietas. Las dietas no funcionan. Y quiero que sepas que las dietas restrictivas a largo plazo llevan al sobrepeso. ¿Te habías dado cuenta que casi todas las personas que hacen una dieta detrás de otra tienen sobrepeso? En mi último libro te explico porqué ocurre esto. Elige lo que vas a comer de forma que lo elegido sea saludable, completo en cuanto a nutrientes, bonito, (también comemos por los ojos) y suficiente para que te quedes saciado, y que comerlo te produzca placer. Quizá necesites cambiar tus pensamientos y así tus sentimientos y acciones, pero con las repeticiones suficientes se llega a crear una nueva identidad alimentaria, y no imaginas cómo defendemos nuestra identidad.
Todo esto parte desde la aceptación de tu estructura corporal y tu peso predeterminado, no podemos estar en conflicto con ellos, si es así no conseguiremos nada, y la comida puede convertirse en una enemiga en vez de ser una amiga y una de las acciones más importantes y placenteras que realizamos.
Te propongo que te conozcas, que te escuches, que te quieras, que te cuides, que te mimes con la comida. Todo esto te aseguro que se puede hacer y además que a la vez pierdas el peso que te sobra, si este fuera el caso.
Mi último libro “La Alimentación Emocional” no es un libro de dietas ni de nutrición, es una nueva forma de comer, desde la consciencia y la aceptación, desde el respeto y el amor por ti mismo, desde el cambio de pensamientos y sentimientos y así un cambio de acciones y actitud ante la comida, y todo esto mantenido en el tiempo para crear nuevos hábitos, nuevas costumbres y así nuevos circuitos neuronales que informen a nuestro centro regulador del peso que se encuentra en el hipotálamo en nuestro cerebro, que esta forma de comer es la mejor y más saludable y que nunca nada le va a faltar, porque esto es muy importante. Nunca nada le va a faltar.
Dra. Marisa Navarro.