La obesidad va ligada muchas veces a trastornos psicológicos, baja autoestima, y depresión o ansiedad, siempre debemos pedir ayuda para equilibrar nuestro cuerpo y mente

Existe la teoría del “gordito feliz” pero esto no es real, la felicidad de una persona nada tiene que ver con su peso, si bien es cierto que a nadie le gusta estar obeso ya que todo el mundo desea tener un peso saludable. 

De hecho a nuestro cuerpo tampoco le gusta estar obeso, y esto lo demuestra con la cantidad de enfermedades que están relacionadas con la obesidad, como hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes tipo 2 y muchas otras. 

No podemos confundir el tener un exceso de peso con la obesidad. Y como tal tienen tratamientos diferentes, aunque en algunos puntos puedan coincidir. 

Se ha desarrollado una especialidad en psicología que trata específicamente los trastornos psicológicos ligados a la obesidad. 

Psicoterapia para el tratamiento de la obesidad

Como cualquier otra persona, una que padezca obesidad puede desarrollar cualquier problema psicológico, si bien es cierto que existen algunos de ellos que pueden verse con mayor frecuencia cuando tratas a personas obesas. 

Las personas obesas no suelen estar satisfechas con su imagen corporal, y además la suelen ver de forma muy negativa, esto les provoca mucho sufrimiento, ansiedad y rechazo a su cuerpo, con todas las consecuencias que les puede generar tanto psicológicas como físicas. 

En muchas ocasiones las personas obesas sufren trastornos alimentarios, teniendo una relación de amor/odio con la comida, pudiendo darse con mayor frecuencia los atracones, el comer de forma compulsiva, alteraciones de la saciedad, y cualquier otra, pero siempre bajo patrones insanos en su relación con la comida. 

Comemos con nuestros pensamientos

Comemos con nuestros pensamientos y de esta forma con nuestros sentimientos, las personas obesas suelen tener pensamientos y por tanto sentimientos negativos hacia la comida. Esto les genera con mayor frecuencia trastornos de ansiedad y depresión. 

Suelen en muchos casos pasarse la vida intentando perder peso con dietas que en la mayor parte de los casos fracasan y casi tienen asegurado el efecto rebote. 

Su cuerpo se convierte por tanto en la prueba constante y presente de la no consecución de sus objetivos. 

¿Cómo se puede sentir una persona que sacrificio tras sacrificio no consigue sus objetivos de perder peso y que cada vez pesa más por el efecto rebote? Triste, frustrada e incapaz. 

Efectos psicológicos de la obesidad

Por otro lado estamos en una sociedad que premia la delgadez, a los delgados se le presuponen muchas más cualidades que a las personas con sobrepeso u obesidad, por lo que se encuentran con un cierto rechazo social, aparecen los complejos, las comparaciones en negativo y la baja autoestima, todo ello les llena de pensamientos negativos, que van a crear sentimientos negativos y por tanto ansiedad, que les puede llevar a comer más y peor, lo que agrava su situación física y psicológica.  

Funcionamos como las ruedas dentadas de un reloj y cada una de ellas influye en todas las demás, así es muy frecuente que el caos en la alimentación se acompañe de caos en otras facetas de la vida, lo que hace que se encuentren peor anímicamente.

Debemos pedir ayuda para conseguir cambios beneficiosos

Es fundamental que se pida ayuda cuando se necesita, salir del círculo negativo y entrar en uno positivo, en el que el cuidado y el amor a uno mismo sea el punto de partida para conseguir cambios beneficiosos y duraderos en el tiempo para estas las personas. En mi último libro “La Alimentación Emocional. Pierde peso definitivamente cambiando tus pensamientos”, enseño cómo hacerlo. 

Mis otros tres libros, “La Medicina Emocional. Cómo mejorar tu salud cuidando de tus emociones”. “El Efecto Tarta. Práctica el egoísmo positivo para ser más feliz” y “Las Ruedas Dentadas. Pequeños cambios para grandes cambios”, nos van a ayudar a encontrarnos mejor en la vida independientemente de la situación que estemos viviendo. 

Dra. Marisa Navarro.