Tenemos que tomar conciencia de aquellas cosas que no nos sientan bien, y estar muy atentos, porque muchas de ellas las hacemos casi sin darnos cuenta, de una forma automática, y nos sentimos extrañados si al final del día estamos agotados, irritables, con rabia con ira, con dolor de cabeza, de espalda, o nos metemos en la cama y nos cuesta conciliar ese plácido y reparador sueño que tanto deseamos, sabemos que no nos encontramos bien, pero no sabemos por qué, o sí, pero no queremos reparar en ello, nos asusta, creemos que el cambiar las cosas que no nos sientan bien nos va a traer muchos problemas y complicaciones, y que lo que nos pasa tampoco es para tanto, total, sólo es un dolor de espalda, ya se pasará, pero eso no va a ocurrir a no ser que pongamos nuestra atención en aquellas cosas en que debemos hacerlo, afrontando el miedo que nos pueda dar, y las complicaciones que puedan surgir de ello, preguntémonos ¿qué cosas de las que hago lo largo del día no me sientan bien? ¿Puedo soltarlas?

Dra. Marisa Navarro