Algo muy sencillo y que nos puede evitar muchos conflictos es no opinar sobre las familias y amigos de los demás. Esto es un generador de disputas en las parejas y también lo pueden ser en otro tipo de relaciones, aunque lo habitual es que se den en relaciones de mucha confianza.

Tu pareja llega y se desahoga de su familia contigo, y dice esto de este y de aquel, y de lo que le han hecho o le han dejado de hacer ¿Y tu qué tienes que hacer? Muy sencillo: escuchar y callar. Intenta no dar tu opinión aunque te la pidan.

La emocionalidad que cada persona tiene con su familia o amigos más íntimos solo la entiende y la siente él, y es imposible comprenderla y sentirla desde fuera. El puede perdonar, aceptar y comprender cosas que para ti son incomprensibles de su familia y amigos. Respeta, escucha y calla. Siempre te lo agradecerán. A ti te ocurriría lo mismo con los tuyos.

Dra. Marisa Navarro.