En muchas ocasiones nuestras palabras o nuestros actos molestan o hacen daño a otros. Esto es algo inevitable en la vida y tenemos que aceptarlo. Son los daños colaterales de nuestro caminar por el mundo.Sin embargo, los tenemos en cuenta, los sentimos, y los evitamos siempre que está en nuestras manos. Otra cosa son las
Y qué importante es saber decir “no” cuando es eso lo que queremos hacer.Podemos intentar ser lo más educados y diplomáticos posible, y así por ejemplo puedes acompañar el “no” con un agradecimiento. “No, gracias”, “Gracias por pensar en mí, pero no puedo”. Será mejor recibido y te costará menos decirlo. ?Las buenas formas nunca