Conducir exige estar al 100%. La doctora Marisa Navarro (autora de La Medicina Emocional) nos cuenta hasta qué punto influyen tus sentimientos en la conducción:
-IRA: «Si hay una emoción especialmente peligrosa a la hora de conducir es esta. Potencia la agresividad, que es la enemiga número uno de la seguridad vial».
-ANSIEDAD: «Cierto nivel de estrés o ansiedad puede hacer que estemos más atentos y podamos reaccionar ante un imprevisto. Pero un nivel alto te bloqueará. Nunca tomes un ansiolítico antes de conducir, adormecen», advierte.
-TRISTEZA: «Conducir con un estado de ánimo bajo es peligroso porque normalmente vamos pensando en la causa y dejamos de concentrarnos en la carretera. Ponerse al mando de un coche requiere de nuestros cinco sentidos, no arranques si no estás totalmente centrada», aconseja.
-EMPATIA: «Es la emoción básica que deberíamos tener todos los que nos ponemos al mando de un vehículo. Cuanto más amables, más positivos y más empáticos, mejores conductores. Cuando nos preocupamos por las emociones de ios demás, y por su seguridad, nos convertimos en conductores más seguros y fiables».
-OPTIMISMO: «Nos hace más tolerantes, colaboradores y considerados. Las personas más competitivas, o intolerantes, pesimistas, poco colaboradoras, perfeccionistas, impacientes, etc., suelen tener más accidentes de tráfico y, además, son sancionadas con mayor frecuencia», concluye Navarro.