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El síndrome de la cara vacía es un síndrome muy reciente, sentimos inseguridad si nos quitarnos la mascarilla y necesitamos de un tiempo de adaptación a la nueva situación. La mascarilla ha simbolizado la pandemia, nos ha ayudado a escondernos detrás y sentirnos seguros, ahora, un sentimiento de inseguridad nos invade cuando nos las quitamos.
Es un síndrome que se ha descrito hace muy poco tiempo, tan poco tiempo que tiene que ver con la retirada de las mascarillas después de la pandemia de Covid.
Nos costó mucho adaptarnos a llevar mascarillas, ¿recuerdas?, todos protestábamos a pesar del peligro del Covid y todo lo que estábamos pasando.
Después de más de dos años de llevar la mascarilla, por fin nos dicen que nos las podemos quitar, incluso en espacios cerrados, salvo algunas excepciones. Y, ¿qué nos ocurre?, pues que algunos de nosotros no nos las queremos quitar, nos cuesta su retirada. Y no por razones de miedo al contagio, aunque en algunos casos también, si no por miedo a mostrarnos, por miedo a enseñar de nuevo nuestra cara.
La mascarilla indudablemente te protege de posibles contagios, pero también es una forma de esconderse, de no mostrarse, de pasar más desapercibido, de escudarnos detrás de esa “máscara” que es la mascarilla.
Con ella no mostramos muchos de nuestros gestos y eso nos resguarda de muchos juicios ajenos, pero es que además si no nos acabamos de aceptar o de gustar físicamente, o incluso psicológica y emocionalmente, la mascarilla nos esconde, nos protege de las miradas de los otros. Nos sentimos más seguros detrás de ella.
Entre los jóvenes, a los cuales les costó mucho adaptarse a llevar la mascarilla porque pensaban que lo que estaba ocurriendo no iba con ellos, es el grupo de edad donde más se da este Síndrome de la Cara Vacía. Es muchos casos es un tema de inseguridades, y en la adolescencia las inseguridades campan a sus anchas, acné, bello facial a islotes, aparatos de ortodoncia, dientes desproporcionados respectó a la cara, en fin de todo, pero además, los jóvenes se encuentran en esa fase de aceptación de su propia imagen, de aceptación en el grupo al que quieren pertenecer, y para todas estas cosas les había servido la mascarilla, para ocultarse detrás de ella y no afrontar y aceptarse en muchos ámbitos.
La mascarilla les ha servido para evitar el ser rechazados por los demás ante inseguridades físicas y psicológicas, y ahora de pronto tienen que desenmascararse, mostrarse tal y como son y esto les crea una verdadera fobia, con ansiedad y angustia.
Aunque los jóvenes son los que más sufren el Síndrome de la Cara Vacía, muchos adultos no se libran de él. Cuando vemos una cara con mascarilla, nuestra mente tiende a completar esa cara con los rasgos que más nos gustan o nos parecen más bellos, con lo cual muchas mujeres saben que parecen más atractivas si solo muestran los ojos, y con ello se sienten más seguras, así se presenta cierta reticencia a no usar la mascarilla, y siempre está el escudarse en un posible contagio.
Este síndrome irá pasando poco a poco, solo en casos muy extremos y en los que interfiera con el desarrollo normal de la vida, se puede necesitar tratamiento de algún tipo, pero además el hecho de poder usar la mascarilla con absoluta libertad, hará que muchas personas sigan ocultándose detrás de ella, y como suelo decir, si a ti te sienta bien hacerlo, y no haces daño a nadie, qué problema hay? Cada uno que haga lo que quiera.
Aunque el proceso de retirada de la mascarilla dependerá de cada persona y tendrá toda la libertad del mundo para realizarla como se quiera, y tener el tiempo de adaptación que cada uno necesite, algunos consejos pueden venir bien:
Como cualquier otra acción que se ha convertido en costumbre tarda un tiempo en cambiarse.
Seguro que has escuchado a alguien decir:
Es que sin la mascarilla me siento desnuda.
En mis libros de autoayuda, “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y “Las Ruedas Dentadas” aprenderás muchas técnicas y herramientas para quererte, para cuidarte, para darte aquello que necesitas, y así aumentar y potenciar tu autoestima. Porque si la retirada de la mascarilla te produce ansiedad y miedo, sería muy bueno que trabajarás tu autoestima, tu seguridad, y aprendieras a quererte y aceptarte tal y como eres, porque tú eres único.
Dra. Marisa Navarro.