La depresión nerviosa cada vez afecta a más gente, vivimos tiempos convulsos y de incertidumbre que hace aumentar los casos

Definición de Depresión Nerviosa: 

Así como consultamos a un especialista cuando notamos que en nuestro cuerpo algo no está funcionando correctamente, la salud mental y emocional también debe ser atendida cuando consideramos que algo no anda del todo bien. Pero la realidad es que muchas personas sufren señales que indican el inicio de problemas psicológicos graves, sin pedir, ni querer recibir ayuda. Incluso diferentes estudios alertan de que la ansiedad afectará al 40% de la población española a lo largo de su vida y solo la mitad de ellos serán diagnosticados y recibirán tratamiento. Pero esto se ha agravado enormemente ante la situación que desde hace un dos años estamos viviendo y de la que no vemos el final, creando desesperanza y a esto se le une la actual guerra de Ucrania que nos tiene a todos el corazón partido. 

Según explico en mi último libro, como doctora en medicina y escritora, en “Las ruedas dentadas pequeños cambios para grandes cambios”, la razón es que vivimos en una sociedad tremendamente competitiva, en la que no nos permitimos ser vulnerables, y en la que las enfermedades mentales y emocionales siguen sin estar aceptadas. Incluso se sigue mirando con recelo a aquellos que acuden al psicólogo o al psiquiatra. La manera en la que hemos sido educados, hace que esta realidad principalmente afecte a los hombres, las mujeres lo suelen ver de otra manera. Muchas veces hay una resistencia a consultar con un experto hasta que es demasiado tarde.

Causas de Depresión Nerviosa:

Así la experta advierte que muchos comienzan sufriendo un cuadro de tristeza, ansiedad, estrés, provocada por alguna circunstancia determinada de sus vidas, y en este momento por la situación de pandemia y guerra que estamos sufriendo y que ha hecho que nuestra vida cambie en muchos sentidos, estando aislados y bombardeados diariamente por noticias y mensajes muy negativos y catastrofistas.

“Los problemas de salud mental y psicológica, han de ser atendidos de manera oportuna y como cualquier enfermedad lo antes posible, porque además de complicarse, se expanden, como una mancha de aceite, y generan otras afecciones para la salud en general, como problemas digestivos, musculares, dermatológicos, cardíacos, etc, y por supuesto un debilitamiento de nuestro sistema inmune, ese que en estos momentos tenemos que tener lo más fuerte posible”. En algunos casos se manifiesta con crisis nerviosas con sensación de muerte inminente, por lo que la persona suele aparecer en urgencias de un hospital. 

“Otra consecuencia de no atenderlas a su debido momento es que se está perdiendo un tiempo valiosísimo en la vida, que no volverá, en el que nos encontraremos mal y no seremos capaces de disfrutar y ser felices” añade, “aunque tengamos que aprender a hacerlo de otra forma. No podemos hacer muchas cosas de las que hacíamos, pero podemos hacer otras”. 

Síntomas de Depresión Nerviosa: 

De esta manera comenta que hay una sintomatología muy clara que, si además persiste en el tiempo, denota que existen problemas de salud mental o psicológica y depresión nerviosa . Esta sería desde sentimientos de angustia, pensamientos pesimistas y nerviosismo constantes, pérdida de apetito, insomnio, estrés, agotamiento, irritabilidad, cambios de humor… a comportamientos impulsivos, agresivos tanto hacia uno mismo como a otras personas, etc.

También el verse expuesto además a algún problema personal como la pérdida de un ser querido, una separación de la pareja o una convivencia excesiva o la pérdida del empleo, son hechos suficientemente importantes como para  que no se descarte solicitar ayuda externa lo antes posible.

Uno de los consejos más importantes que debemos tener en cuenta es que lo que nunca es solución y no debe hacerse es automedicarse. Sentirse mal y tomar fármacos porque se los recetaron a otras personas, que pensemos que están sufriendo un problema parecido. “Los medicamentos siempre han de ser recetados por un profesional, pero esto es algo que, aunque muy lógico, no siempre se hace”.  De hecho la experta advierte que “en los últimos años el consumo de fármacos para tratar problemas mentales y psicológicos se ha duplicado. Estudios apuntan a que al menos una de cada diez personas los toman habitualmente y España era ya líder en Europa en el uso de psicofarmacos antes de la pandemia. 

Pero esto ha sufrido un incremento alarmante desde la presencia del COVID-19, la Agencia Española del Medicamento considera una subida aproximadamente del 20 por ciento, aunque es difícil de concretar. 

Tranquilizantes, relajantes, antidepresivos o pastillas para dormir se prescriben hoy más que nunca. Lo toman muchas más personas que antes no lo hacían y las que ya los tomaban han aumentado las dosis. 

Una gran ayuda, frenar pensamientos negativos y manejar nuestras emociones

Atender nuestra mente y nuestras emociones es algo suficientemente serio, la ansiedad y la depresión nerviosa se  han convirtiendo en un problema de salud pública, que no podemos dejar de lado.

Por ello recomiendo realizar algunas acciones, que podemos hacer de manera cotidiana, para prevenir estados de ánimo negativos y que son una gran ayuda para nuestro bienestar, como aprender a frenar pensamientos negativos, y a manejar nuestras emociones, hacer ejercicio, comer adecuadamente, relacionarnos con personas que nos sienten bien, aunque sea de forma virtual y alejarnos de las tóxicas, hacer actividades al aire libre, dosificar las noticias que nos llegan, aprender a valorar y a ser felices con lo que tenemos, intentando hacerlo todo bonito y con amor,  y por supuesto siempre solicitar ayuda cuando se necesite.

En mi libro “Las ruedas dentadas” te muestro como pequeños cambios pueden ayudar a mejorar mucho nuestro bienestar psicológico. Con ejemplos reales y ejercicios prácticos para mejorar nuestra salud mental día a día.