Tabla de contenidos
¡Qué mal nos sienta cuando no sabemos controlarnos emocionalmente! No he conocido a nadie que se sienta bien después de haber perdido el control. Nos hacemos preguntas y le damos vueltas y vueltas al por qué no hemos podido controlarnos.
Esto es debido a las sensaciones negativas que nos produce ver a una persona que pierde el control. Incluso hay algunas personas que pierden el control con muchísima facilidad, cuando esto ocurre tendemos a alejarnos de ellos porque nos resultan muy desagradables y nos producen desconfianza e inseguridad ya que no sabemos cómo van a reaccionar ante las situaciones que se presenten o qué las puede hacer explotar.
Todos queremos ser capaces de controlar nuestras emociones y nuestras reacciones, pero muchas veces no sabemos cómo hacerlo.
Vamos a ver algunas recomendaciones para aprender a manejar y controlar nuestras emociones.
– Tienes que tener muy presente que sentimos según pensamos, así que si nuestros pensamientos son de rabia, ira, resentimiento, angustia o ansiedad por ejemplo, será así como sentiremos y de esas forma nos será mucho más fácil perder el control de nuestras emociones. Si ante una conversación con otros yo estoy pensando que me están humillando, maltratando o tomándome el pelo, tengo muchas más posibilidades de perder el control, que si ante esa conversación con otros estoy pensando de manera diferente, por ejemplo que no estamos de acuerdo en muchas cosas y que quizá pueda aprender de sus planteamientos.
Si yo interpreto que estoy ante una amenaza real, me llenaré de ansiedad y me será más difícil manejar mis emociones y respuestas a lo que pudiera estar sucediendo. Así que estate muy atento a lo que estás pensando, a qué tipo de pensamientos estás teniendo ante una situación determinada.
Si bien es difícil no pensar en aquello que te preocupa, te enerva o te crea ira o rabia, contamos con muchas técnicas de parada de pensamiento para poder manejar estos pensamientos.
La “técnica de la frase raqueta” es una técnica sencilla y práctica que nos ayuda a cortar esas películas de pensamientos negativos que nos pueden hacer perder el control. Consiste en elegir una frase que a ti te siente bien y que no pueda ser contestada por tu diálogo interior y por supuesto que nada tenga que ver con los temas que te hacen perder el control.
Puede ser desde tu comida favorita a tu hobby o la ciudad que más te gusta. “Me encanta Madrid” por ejemplo, y la repites y repites mentalmente para cortar los pensamientos que te hacen perder el control. Porque ten por seguro que son los pensamientos que estás teniendo los que te hacen perder los nervios.
He escrito tres libros de autoayuda, “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta. Practica el egoísmo positivo para ser más feliz” y “Las Ruedas Dentadas. Pequeños cambios para grandes cambios”, en ellos encontrarás técnicas sencillas y prácticas para aprender a manejar tus emociones, ganando en seguridad y autoestima.
Dra. Marisa Navarro.