Nos pasamos la vida queriendo conseguir cosas, poniéndonos metas y objetivos. Queremos llegar y cuanto antes mejor. Las prisas gobierna nuestras vidas. Los deseos suelen ser nuestros guías. ¿Pero sabemos disfrutar realmente de todo aquello que conseguimos, o nos comportamos como un niño caprichoso, que en cuanto consigue algo, deja de tener valor para desear
Queremos que todas las circunstancias sean propicias, para afrontar algo. Esto rara vez se da. Con frecuencia tenemos que afrontar, incluso en las peores condiciones. En cualquier caso, lo realmente importante es nuestra decisión de afrontar. Cuando decidimos afrontar, aquello que es necesario en nuestra vida, decidimos crecer, y ser valientes. Los actos de valentía