La apatía nos puede llevar a un estado de paralización total, te muestro cuáles son las posibles causas y cómo lo podemos tratar.

Seguro que en algún momento de tu vida has creído sentirte apática, esa falta de ganas de hacer cualquier cosa, aunque tengamos muchas que hacer. Y pensamos que estamos apáticos. ¿Pero sabes lo qué es la apatía?

La apatía se define como la pérdida o disminución de la motivación, de la emoción, del entusiasmo, de las ganas, de la alegría, del optimismo. Es ese estado de indiferencia que puede aparecer hacia los distintos aspectos de la vida. Aspectos físicos, emocionales y sociales dejan de tener el más mínimo interés por parte de la persona. 

La apatía puede estar a su vez relacionada con situaciones de desesperanza, de tristeza profunda, pérdidas significativas, preocupaciones intensas, situaciones angustiosas o malestar de cualquier tipo. 

La apatía emocional nos puede llevar a paralizar por completo

Las personas con apatía no suelen reaccionar a los estímulos que se le presentan y si realizan algunas tareas las hacen como si se tratara de un robot, sin poner ninguna afectividad en su realización, ya que las emociones y los sentimientos en estas personas se encuentran adormecidos, y no presentan manifestación alguna de ellos. 

La apatía reduce la actividad de las personas que la sufren hasta llegar a paralizarlas, esto las  desmotiva más aún, entrando en un círculo del que es muy difícil salir. Cuando la apatía llega a su grado máximo se la denomina abulia. 

Causas de la apatía

La apatía puede deberse a múltiples causas, y cuando aparece y se mantiene en el tiempo hay que buscar lo que la está provocando para poder tratarla lo antes posible, , debido al deterioro e incluso el peligro que supone para los que la padecen. 

Diferentes lesiones a nivel cerebral se relaciona con la presencia de apatía, y aparece tanto en las demencias como en la enfermedad de Alzheimer. Pero también y de forma muy importante la encontramos en las depresiones, las cuales necesitan tratamiento farmacológico lo antes posible para evitar el peligro de que estas personas puedan infringirse algún daño, ya que si bien aparece desmotivación para muchos aspectos de la vida, en algunos casos de depresión aparecen automotivaciones que pueden atentar contra la integridad de la persona. 

El consumo de drogas y algunos fármacos también pueden provocar apatía. 

Hoy en día estamos sometidos a altos niveles de estrés, esta presión constante puede llevar a una persona a una situación de apatía, en la que se produce un bloqueo generalizado en todas las facetas de la vida. Estas personas han llegado a un nivel tal de desbordamiento por estrés que un día se levantan y sienten que no tienen ganas de hacer nada y que todo les da igual, en tres palabras, “no pueden más”. 

Las personas que se presionan continuamente en su trabajo o en algún aspecto de su vida, queriendo alcanzar la perfección pueden llegar a frustrarse, ya que son metas inalcanzables, y esto puede provocar en ellos un estado de apatía. “Cómo no puedo alcanzarlo todo, no me interesa nada”, sería su creencia. 

La falta de reconocimiento constante sobre alguien que se esfuerza profusamente también puede hacer que acabe en un estado de apatía. 

Las experiencias traumáticas, así como vivir situaciones de injusticia o de falta de control nos pueden abocar a un estado de apatía. 

Pero también tenemos causas físicas que pueden provocar apatía, como puede ser el no alimentarse adecuadamente, sufrir anemia o falta de algún nutrientes esencial, así como la eliminación total de los hidratos de carbono en la dieta puede provocar tristeza y apatía. 

Y por supuesto muchas enfermedades pueden provocar en la persona apatía, por la debilidad que llevan aparejadas y por el choque emocional que produce su diagnóstico en la persona que lo recibe. 

Tratamiento de la apatía

Los estados de apatía tienen que tratarse tratando la causa que los está produciendo, por lo que ante causas tan variadas, tendremos tratamientos igualmente muy variados. Pero en general a la mayor parte de las personas que sufren de un trastorno de apatía, independientemente de la causa que lo esté generando les va a ayudar la psicoterapia y por supuesto el apoyo familiar y social con el que puedan contar. 

En cualquier caso y si fuera pertinente, el adoptar un estilo de vida saludable, con una buena alimentación, ejercicio, descansar adecuadamente, generar pensamientos positivos y contar con unas sanas relaciones sociales nos van a ayudar a superar la apatía, siempre teniendo en cuenta el tratamiento de la causa que la esta provocando. 

En mis tres libros de autoayuda, “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y “Las Ruedas Dentadas. Pequeños cambios para grandes cambios” aprenderás de una manera sencilla y práctica técnicas que te van a ayudar a mejorar en cualquier aspecto de tu vida, de esta manera mantendremos la apatía alejada de nosotros. 

Dra. Marisa Navarro.