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Dicen que es el mal del futuro, mucho más que la depresión u otra alteración mental.
Y no puedo dejar de estar más de acuerdo. El SPA es un síndrome de Ansiedad que se caracteriza por un exceso de pensamientos, por no poder parar el pensamiento, nuestra mente tiene un exceso de información y de estímulos, lo que genera que nuestra mente nunca descanse, lo que nos provoca mucha ansiedad junto a un enorme agotamiento mental y una gran falta de concentración. La persona tiene tantos pensamientos diferentes abiertos a la vez en su mente que acaba no atendiendo a ninguno, y por supuesto no pudiendo profundizar en ellos. Además la velocidad de estos pensamientos es tremenda, pasamos de uno a otro sin parar.
Hoy en día tenemos demasiada información, y nos pasamos el día y parte de la noche conectados a nuestros dispositivos móviles, recibiendo continuos estímulos de todo tipo, tanto adultos como niños y adolescentes, todos nos encontramos en esta situación.
Cada vez llegan a consulta mas personas que cuentan que tienen problemas para conciliar el sueño porque son incapaces de desconectar.
Esa palabra tan escuchada últimamente, “doctora, es que no desconecto”, y no desconecto significa que no descanso, y esa falta de descanso mental nos puede llevar además de a sufrir ansiedad, depresión o cualquier otro trastorno mental y emocional también a desarrollar alguna enfermedad física.
Nos enfrentamos a un gran reto, los niños sobre estimulados, tanto tiempo pegados a su tablet o dispositivos móviles, se aburren en el colegio, no les estimula aprender en clase, para qué si lo tienen todo a mano, si están tan entretenidos con toda esa información y estímulos que reciben constantemente. Información en la que no se profundiza ni reflexiona, simplemente se mira, y enseguida aparece otro estímulo que mirar, imposible pararse en el anterior.
Todos hemos observado como los mensajes, tanto en mensajerías, como en redes sociales cada vez son más visuales y más cortos. Cuando te envían algún mensaje por WhatsApp como sea un poco largo, me refiero a que tenga una duración de más de un minuto, no terminamos de verlo, pasamos al siguiente, por muy interesante que pueda ser, decimos “es que no tengo tiempo”, y es verdad que no tenemos tiempo para asimilar toda la información que nos llega, por eso solo la sobrevolamos.
Esto acaba desencadenando el Síndrome de Pensamiento Acelerado ( SPA), en donde aunque queramos parar, ya no es casi imposible por nosotros mismos, necesitamos ayuda.
Los síntomas pueden ser como los de cualquier otro síndrome de ansiedad, pero aquí no encontramos una causa externa que lo haya podido producir, y el paciente se queja constantemente de que “no puedo desconectar”, tampoco puede concentrarse, les cuesta dormir, se despiertan en mitad de la noche y su mente sigue pensando y pensando, la presión a la que les somete su mente se hace insoportable, se producen pérdidas de memoria, se encuentran irritables, inquietos, con intolerancia a la frustración, cambios de humor constantes, agresividad, insatisfacción ante todo, tristeza, depresión y síntomas físicos como dolores musculares, aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, palpitaciones, temblores, pérdida del cabello, alteraciones digestivas, etc.
Por otro lado son personas que nunca se observan o miran a su interior para ver qué necesitan, les es mucho más fácil mirar la última publicación de Instagram.
Esta maraña de pensamientos en tu mente pasando a toda velocidad acaba siendo como una droga, una droga que nos evade de cualquier otro pensamiento profundo, de cualquier reflexión interna o externa. Estas personas con miles de pensamientos pasando por su mente a toda velocidad, acaban convirtiéndose, permíteme la paradoja, en personas que no piensan. Porque como supondrás esto no es pensar.
Estarás preocupado porque así se están formando nuestros hijos, nuestros adolescentes y que es imposible sacarlos de ahí, que pueden llegar en un futuro no muy lejano a sufrir un SPA, con todo lo que eso supone. Y te estarás preguntando qué puedes hacer.
Enseñar a los niños y adolescentes a desconectar entrando en contacto con la naturaleza, el deporte, las actividades al aire libre, pintar, los trabajos manuales, y los juegos con otros niños y adolescentes de su edad les harán mucho bien y les puede equilibrar de todo ese exceso de información y estímulos.
Las personas que lo padecen en muchos casos tienen que tomar tratamiento farmacológico para disminuir esa ansiedad tan grande que padecen o para poder descansar y conciliar el sueño. A partir de ahí una psicoterapia que les ayude a cambiar su estilo de vida, aprender a meditar, estar en contacto con la naturaleza, el deporte y cualquier actividad que se aleje de esa sobre estimulación puede serles muy positiva.
He escrito tres libros, “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y “Las Ruedas Dentadas, pequeños cambios para grandes cambios”, en ellos vas a encontrar técnicas prácticas y sencillas que te ayudarán a cambiar tu estilo de vida y a encontrarte mejor en todos los aspectos de tu vida. Quizá necesites reflexionar sobre ello y necesitas una guía para empezar, te recomiendo leer mis tres libros.
Dra. Marisa Navarro.