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El Tecnoestrés como la misma palabra nos indica es el estrés generado por la tecnología.
Desde hace unos pocos años hacia aquí, la tecnología ha invadido nuestras vidas hasta límites que no podíamos imaginar. En este momento voy en el AVE y acabo de ir a la cafetería del tren a tomarme un café, os puedo asegurar que el 99 % de los viajeros, van mirando su dispositivo electrónico, bien el móvil, bien la tableta, bien el ordenador, etc. y así nos pasamos muchas horas al día.
Todo lo llevamos en nuestros dispositivos electrónicos, todo lo hacemos con ellos, y no nos separamos de ellos, nos entra mucha angustia si se nos olvida en casa al salir, somos capaces de volver a por él, estemos donde estemos.
La pandemia que hemos sufrido ha hecho que esto se acentuara mucho más, hemos descubierto el teletrabajo, y así muchos trabajadores han pasado a teletrabajar, esto tiene muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes, nos cuesta más desconectar, sociabilizamos menos, nos abandonamos más físicamente etc.
Indudablemente la tecnología nos facilita la vida muchísimo, pero también provoca muchas patologías, y una ellas es el Tecnoestrés.
Lo podemos definir como un estado de estrés y ansiedad generando por el uso de las nuevas tecnologías, puede ser por el abuso de ellas, por la dependencia que nos genera, por creer que no las manejamos de forma adecuada en nuestro trabajo, porque no nos adaptamos a ellas, porque cambian con demasiada rapidez y nos agobiamos por ello, etc..
Estrés y ansiedad en cualquier caso. Se puede dar en todo tipo de personas y edades, se generan pensamientos negativos hacia el uso de las nuevas tecnologías y toda la sintomatología que acompañan al estrés y la ansiedad, irritabilidad, cambios de humor extremos, dificultad para concentrarse y para memorizar, falta de confianza y seguridad en lo que hacemos, desmotivación en general en la vida, bajo rendimiento en el trabajo, aislamiento, falta de relaciones y problemas en las relaciones, frustración, angustia, enfado, y hasta depresión.
Cuando la persona desarrolla una tecnofobia, cuando se enfrenta a la utilización de las nuevas tecnologías puede sufrir temblores, falta de respiración, aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, sudoración, palpitaciones y hasta puede llegar a sufrir una crisis de ansiedad.
A nivel físico podemos encontrar múltiples manifestaciones consecuencia del Tecnoestrés, alteraciones gástricas, trastornos en la piel, dolores musculares, rigideces, dolores de cabeza, hipertensión y alteraciones cardíacas, trastornos del sueño varios, trastornos de la alimentación, disminución del apetito sexual, apatía, etc.
La variedad de los síntomas es muy amplia y tendremos que tratarlos como cada uno requiera, pero lo que es muy importante es diagnosticar el origen que los está produciendo, en este caso la relación con las nuevas tecnologías. En algunos casos se requerirá el uso de fármacos.
Puede ser Tecnoansiedad, (ansiedad provocada por el uso de las nuevas tecnologías), puede ser tecnofobia (fobia y miedo al uso de los dispositivos electrónicos), puede ser tecnofatiga ( cansancio y agotamiento por el uso de tanta tecnología en la vida) o tecnoadicción (adicción a la tecnología, estando todo el tiempo conectados a las nuevas tecnologías creando una gran dependencia con ellas), sea del tipo que sea todas ellas provocan tecnoestrés, y pueden desarrollar cualquier tipo de sintomatología de la descrita anteriormente.
Miedo a equivocarse, a no tener las habilidades necesarias para manejarse con las nuevas tecnologías, etc, la variedad es muy amplia.
El tratamiento tendrá que ser muy personalizado, desde desensibilización sistemática afrontando poco a poco el uso de la tecnología en el ámbito que se requiera, hasta terapia para aumentar nuestra autoestima y seguridad, todo dependerá de lo que la persona necesite.
En mis libros “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y “Las Ruedas Dentadas” aprenderás a quererte, a cuidarte, a darte lo que necesitas para encontrarte bien, a ganar seguridad y autoestima, a mejorar tus relaciones con los demás, a aceptar la vida y por supuesto a relacionarte de manera sana con las nuevas tecnologías.
Porque han llegado para quedarse, así que lo mejor que podemos hacer es aprender a relacionarnos adecuadamente con ellas. En nuestras manos está poner límites, saber si estamos teniendo un uso excesivo, si necesitamos desconectar un tiempo para poder relacionarnos con los demás o para estar con nosotros mismos o si es mejor dejar el móvil en el bolso cuando compartimos un tiempo con amigos etc.
Y no dejes de buscar ayuda si crees que la necesitas.
Dra. Marisa Navarro.