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La Ansiedad influye de manera decisiva en nuestra forma de alimentarnos, y nuestra forma de alimentarnos influye claramente en nuestra ansiedad.
Si tenemos un trastorno de ansiedad, lo primero de todo y antes de pararnos a ver ¿qué como o qué dejo de comer?, sería necesario poner nuestra atención en él. Uno no está ansioso porque sí, siempre hay una causa que está provocando esa ansiedad.
La causa puede ser externa o interna, o ambas a la vez, pero independientemente de la causa que esté provocando en mí esa ansiedad, lo que está jugando un papel fundamental en ella son mis pensamientos. Ya que son mis pensamientos los que generan mis sentimientos. Así que antes de nada tenemos que convertirnos en detectives de nuestros pensamientos, identificarlos, saber que son los responsables de que yo me encuentre así independientemente de lo que esté ocurriendo, y sobre ellos tengo que trabajar.
Tenemos muchas técnicas sencillas para bajar el volumen de los pensamientos negativos que invaden nuestra mente y para cortar las películas de pensamientos negativos que ruedo en ella, y con esto poder comenzar a sentirnos mejor. Porque no tengas duda alguna, te vas a sentir según pienses. Los pensamientos generan los sentimientos y estos tus acciones.
Y claro cuando estoy pensando en negativo y generándome ansiedad, fácilmente puedo descontrolarme con la comida. Casi seguro que nunca te has dado un atracón sin estar ansioso. Por tanto la ansiedad va a alterar mis acciones frente a mi alimentación, haciendo que tenga más apetencia por alimentos menos saludables, más calóricos y en mayores cantidades. Cuando se esta estresado y con ansiedad se altera el funcionamiento de la Leptina u hormona de la saciedad y de la grelina u hormona del hambre. Haciendo que tengas una sensación de hambre voraz y que no te sacies. Esto contribuye a todo tipo de desórdenes en nuestra alimentación cuando nos encontramos ansiosos.
Pero tú te preguntarás qué puedes hacer para no atiborrarte a comer cuando tienes ansiedad, incluso antes de ponerte a mirar tus pensamientos y tus sentimientos, podríamos tener algunas técnicas rápidas y eficaces que me permitieran no ir a la nevera y atracarme con lo primero que pillara.
Cuando uno está con ansiedad tiende a maltratarse y una de las formas que tenemos más a mano para maltratarnos es con la alimentación. Seguro que te ha pasado.
Si estás en una situación de ansiedad y tu impulso te lleva a comer de forma descontrolada, una técnica para remediarlo, es en ese momento distraerte de cualquier otra forma.
Puedes tener una lista de actividades de las que puedes echar mano en esos primeros momentos que te gusten y que te eviten el darte el atracón. Ten esa lista a mano, podría estar pegada en algún lugar visible de tu casa, y cuando te encuentres así, vas a mirar esa lista que tú has confeccionado y vas a elegir alguna de las actividades que hay escritas en ella, y la vas a poner en práctica.
Ejemplo de una lista podría ser:
De esta manera estarás situándote en el momento presente por medio de la acción, acciones que tú has elegido y que te gustan. Y de esta forma alejarás de ti ese momento de pulso con la comida el ponerte a picar cualquier cosa y de cualquier manera.
Poner un poco de tiempo y espacio entre tu impulso en ese momento de ansiedad que estás pasando y la acción de darte un atracón, puede hacer que ya no te lo des. ¿Te imaginas?
Por otro lado tienes que saber que el tipo de alimentación que llevemos influye en cómo nos sentimos, comer saludable mejora tu estado de ánimo, y comer alimentos basura baja tu estado de ánimo, de sobra sabes cuáles son unos y cuáles son otros, aquí también te toca elegir. Como ya sabes siempre estamos eligiendo.
He escrito tres libros de autoayuda, “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y “Las Ruedas Dentadas. Pequeños cambios para grandes cambios”, en ellos te enseño muchas técnicas sencillas y prácticas para que seas capaz de manejar y disminuir tu ansiedad. Además mi próximo libro “La Alimentación Emocional” está a punto de salir a la venta, en él podrás descubrir como influyen nuestras emociones en nuestra alimentación, y como si quieres cambiar tu alimentación y tu peso lo primero que tienes que cambiar son tus pensamientos.
Dra. Marisa Navarro.