¿Cuántas veces has escuchado eso de que no reprimas las emociones? Imagino que muchas. Saca eso fuera, que si no se queda dentro y ¡es mucho peor! La sabiduría popular es muy sabia y se basa en la experiencia. 

Los seres humanos sentimos emociones positivas y emociones negativas, con las positivas no solemos tener ningún problema, pero lo de manejarse con las negativas ya es otro cantar. No nos resulta nada fácil. La ira, la rabia, la angustia, la tristeza, la preocupación, el miedo, el resentimiento, el rencor, el sentimiento de injusticia, de frustración, todas estas emociones a nadie les gusta sentirlas, nos hacen sentirnos mal, y no queremos sentirnos mal. 

Muchos de nosotros sabemos expresarlas o canalizarlas para que puedan salir de nuestro interior y esto indudablemente nos alivia de ellas y hace que podamos manejarlas adecuadamente.

Hay personas que esconden y reprimen sus emociones

Pero hay personas que las esconden, que las reprimen, que no las quieren mirar, qué ni siquiera aceptan que las están sintiendo, y se las guardan y no las expresan, y las van acumulando dentro de su mente y por supuesto de su cuerpo, porque ya sabes la conexión tan íntima que existe entre nuestra mente y nuestro cuerpo, la verdad es que son todo uno. 

Si un día te guardas una emoción negativa y no la expresas o la canalizas de alguna manera para que salga de ti, seguramente que no va a pasar nada, lo malo es cuánto eso se repite y se repite, y se convierte en un hábito, en tu forma de responder a ellas. Y esas emociones negativas se van acumulando y acumulando hasta que un día empiezas a sentir una determinada sintomatología física o psicológica que no te explicas de dónde puede venir, pues yo te lo digo, viene de todas esas emociones negativas reprimidas que has ido guardando una detrás de otra. 

Porque estas emociones reprimidas producen dentro de ti un alto nivel de estrés y ansiedad, y esto no es gratis.  Aunque exteriormente nadie lo pueda notar, tu organismo si lo está sintiendo y respondiendo a esas emociones negativas acumuladas en consecuencia, con síntomas físicos de lo más variado. 

Síntomas físicos que podemos tener si reprimimos nuestros sentimientos

• Migrañas y dolores de cabeza.
• Todo tipo de dolores musculares, rigideces, contracciones.
• Alteraciones gastrointestinales, náuseas, vómitos, dolores gástricos, diarreas, estreñimiento, acumulación de gases, hinchazón abdominal, incluso enfermedades más graves como enfermedad de Crohn o Colitis Ulcerosa. 
• Alteraciones y trastornos de la piel, brotes de acné, psoriasis, vitíligo, dermatitis atómica, urticaria, picores en el cuerpo. 
• Disminución de la capacidad del sistema inmunitario para defendernos de posibles enfermedades tanto externas como internas, con todas las consecuencias que esto puede traer. 
• Aumento de la presión arterial, ya que es una de las variables que se ve más afectada por un alto nivel de estrés.
• Alteraciones cardíacas, el estrés y la ansiedad con sus altos niveles de cortisol, el aumento de la tensión arterial y ese malestar interior general hacen que nuestro corazón sufra, las consecuencias de ello son un mayor riesgo en la salud de este órgano fundamental para nuestra vida. 
• Alteraciones en los niveles de glucosa e insulina de nuestro cuerpo y una mayor posibilidad de desarrollar diabetes. 
• Depresión, un estrés y ansiedad mantenidos en el tiempo hacen que disminuya la serotonina, ese neurotransmisor que es la gasolina de nuestro sistema nervioso, esto nos puede llevar a sufrir una depresión. 
• Crisis de Ansiedad, por puro desbordamiento de la ansiedad acumulada, pudiendo terminar en urgencias de un hospital con aumento de la frecuencia cardiaca, dificultad para poder respirar, visión borrosa, etc… e incluso sensación de muerte inminente. 
• Alteraciones del sueño, desde insomnio a despertares en mitad de la noche. 
• Consumo de sustancias nocivas para el organismo, en un afán por liberarse de esa angustia se recurre a intentar aliviarla por medio del consumo de alcohol, drogas o fármacos, pudiendo generarse graves adicciones. 
• Cualquier otro trastorno físico. Ya que como sabemos, el estrés y la ansiedad mantenidos en el tiempo pueden causar cualquier tipo de enfermedad física y psicológica. Y las emociones negativas reprimidas es uno de los factores que más estrés y ansiedad nos pueden provocar. 

Hazte estas preguntas para saber si estás reprimiendo tus sentimientos

¿Tiendes a reprimir tus emociones negativas?

¿No sabes cómo expresarlas o canalizarlas?

¿Te da miedo expresarlas por lo que puedan pensar de ti?

Todas las respuestas a estas preguntas y muchas más que te puedas estar haciendo las vas a encontrar en mis tres libros. 

“La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y “Las Ruedas Dentadas. Pequeños cambios para grandes cambios”, en ellos puedes encontrar sencillas y prácticas técnicas que te ayuden a saber manejar tus emociones negativas, de forma que no puedan dañar tu salud. 

Te cuento cómo hacerlo. 

Dra. Marisa Navarro.