Tag

¡Qué paradoja!

Reconozcámoslo, nos cuesta mucho pedir ayuda. Y es curioso, porque nos sentimos muy bien cuando somos nosotros los que la prestamos. ¡Qué paradoja!. Cuando la damos nos sentimos útiles, valorados, capaces, y que estamos haciendo algo hermoso. Cuando necesitamos ayuda nos sentimos incapaces, que no valemos, inútiles, y hasta podemos llegar a sentir vergüenza. Por

¿Necesitamos desapegarnos?

Seguro que has sentido en algunas ocasiones que estas demasiado apegado a algo. Cuando estamos demasiado apegados a algo, comenzamos a sentir inmovilidad, es como sí estuviéramos atados de pies y manos y no pudiéramos movernos. Es una sensación agobiante, frustrante y que nos entristece enormemente. Aquí también hay que pararse y reflexionar. Quizá no

Recuperando la estabilidad.

Es curioso que los hombres sabios, aquellos que inician la senda del conocimiento, miren a su interior e intenten poner orden en el, antes que cualquier otra cosa. Con tanta frecuencia estamos pendientes de lo que hacen, dicen y piensan los demás, que se nos olvida estar en lo que hacemos, decimos o pensamos nosotros.

¿A que te sienta bien?

Busca acciones colectivas, únete a grupos, participa, forma parte de. Encuentra la que va contigo, la que te gustaría practicar. Y si no lo sabes, prueba. Somos seres sociales. Podrás serlo más o menos. Pero no te engañes. Somos seres sociales. Formar parte de, nos sienta bien. Nos hace sentirnos parte del mundo. Nos encontramos

¿Sabes escucharte?

No nos equivoquemos. Escucharnos, no es ponerle atención a nuestro diálogo mental, a todos esos pensamiento inútiles sobre lo que nos rodea, sobre el pasado y el futuro. Diálogo que se establece gratuitamente sin que yo haya hecho ninguna pregunta, sin que me haya planteado nada. Escucharse es otra cosa. Y no es fácil. Para

¿quieres saber el gran secreto?

El mayor poder que tenemos es “el poder de elegir”. Cuando nos damos cuenta de ello. Cuando abrazamos este poder, nos sentimos mucho más libres. Puede haber muchas cosas a nuestro alrededor que no sean de nuestro agrado, algunas incluso muy dolorosas. Pero nunca puedo olvidar, que yo puedo elegir cómo situarme respecto a ellas.

Confiar en que se podrá

La seguridad está en confiar en que se podrá, la seguridad no la vamos a encontrar en las posesiones, sino en creer que podremos afrontar lo que nos depare la vida, si nosotros, ante cualquier miedo que nos pueda asaltar, ante cualquier “y si”, respondemos en nuestro interior con un “puedo afrontarlo”, crecerá nuestra seguridad

¿Te estás perdiendo el viaje?

Nos pasamos la vida queriendo conseguir cosas, poniéndonos metas y objetivos. Queremos llegar y cuanto antes mejor. Las prisas gobierna nuestras vidas. Los deseos suelen ser nuestros guías. ¿Pero sabemos disfrutar realmente de todo aquello que conseguimos, o nos comportamos como un niño caprichoso, que en cuanto consigue algo, deja de tener valor para desear

Diferentes aventuras

Ninguna elección es un error, sólo diferentes aventuras que vivir, si elegimos tomar un camino, viviremos la aventura de ese camino elegido y aprenderemos las lecciones de vida que haya en ese camino. Si elegimos otro camino distinto, nuestra aventura será diferente y en él aprenderemos diferentes experiencias de vida o quizá las mismas de