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La cleptomanía es un trastorno psicológico que se caracteriza por la incapacidad recurrente de resistir el impulso de robar objetos, generalmente de poco valor o utilidad para quien los toma. A menudo incomprendida, la cleptomanía no es un acto de delincuencia común, sino una condición relacionada con el control de impulsos que genera un profundo malestar emocional en quienes la padecen.
La cleptomanía es un trastorno psicológico clasificado dentro de los trastornos del control de impulsos. A diferencia de los robos premeditados, las personas con cleptomanía no buscan beneficio económico o material con sus actos. Más bien, experimentan un impulso abrumador e incontrolable de robar, seguido de una sensación de alivio temporal cuando lo hacen, aunque a menudo acompañada de culpa y vergüenza a posteriori.
Las causas de la cleptomanía no están completamente claras, pero se han identificado varios factores que podrían contribuir a su desarrollo:
Reconocer los síntomas de la cleptomanía es esencial para buscar el tratamiento adecuado. Algunos de estos serían:
Aunque la cleptomanía puede ser un trastorno desafiante, tiene tratamiento y se pueden obtener resultados muy positivos con el enfoque adecuado. Vamos a ver los principales métodos terapéuticos:
La terapia cognitivo-conductual es una de las intervenciones más efectivas para tratar la cleptomanía. Esta terapia ayuda a las personas a identificar los pensamientos y patrones de comportamiento que conducen a los impulsos de robar, y les proporciona herramientas para poder reemplazarlos por respuestas más adecuadas y saludables.
El psicoanálisis explora los conflictos internos y las experiencias pasadas que pueden estar en la raíz de la cleptomanía. Aunque este enfoque requiere mucho tiempo, puede ser especialmente útil para quienes tienen una historia de traumas en su vida no resueltos.
En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para tratar los desequilibrios químicos en el cerebro asociados con la cleptomanía. Los antidepresivos, particularmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), se utilizan a menudo como parte del tratamiento.
La terapia familiar es especialmente importante para los adolescentes y niños con cleptomanía, ya que aborda el impacto del trastorno en las dinámicas familiares y promueve el crear un entorno de apoyo para la recuperación.
Unirse a grupos de apoyo permite a las personas con cleptomanía compartir experiencias, obtener apoyo emocional y aprender estrategias de manejo efectivas en este trastorno que le puedan estar siendo útiles a otras personas del grupo.
La cleptomanía afecta a personas de todas las edades y géneros, pero se manifiesta de manera diferente en los distintos grupos:
Desde la perspectiva de la psicología actual, la cleptomanía está considerada como un trastorno complejo que requiere un enfoque integral. La combinación de terapias conductuales, apoyo emocional y, en algunos casos, medicación, puede ser altamente efectiva.
Es importante recordar que la cleptomanía tiene cura con el tratamiento adecuado. Muchas personas han superado este trastorno gracias a terapias personalizadas y al apoyo de especialistas. Reconocer el problema y buscar ayuda profesional son los primeros pasos hacia la recuperación.
La cleptomanía es mucho más que un simple impulso de robar; es un trastorno psicológico que puede generar un profundo sufrimiento en quienes lo padecen. Afortunadamente, existen tratamientos eficaces que permiten a las personas recuperar el control sobre sus impulsos y llevar una vida equilibrada.
Si tú o alguien que conoces está luchando con la cleptomanía, es fundamental buscar apoyo de profesionales especializados. La combinación de terapia cognitivo-conductual, apoyo familiar y, en algunos casos, tratamiento farmacológico puede marcar una gran diferencia en el proceso de recuperación.
La cleptomanía no define a una persona; con el enfoque adecuado, es posible superarla y alcanzar un bienestar emocional pleno.
Dra. Marisa Navarro.