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¿Has oído hablar de la flexibilidad cognitiva? ¿No? Te lo cuento.
La flexibilidad cognitiva es la capacidad que tiene nuestra mente para adaptar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones a las nuevas situaciones que se nos pueden presentar, situaciones novedosas, inesperadas, sorprendentes, problemáticas, cambiantes, que nos supongan un reto, un desafío, el día a día vamos, y establecer las mejores estrategias para manejarlas y salir airosos de ellas.
Seguro que conoces a personas de las que denominamos “muy rígidas” , “cuadriculadas”, de las que por nada del mundo se salen del guión, sus creencias, sus pensamientos, sus sentimientos y sus acciones son las que son y no soportan salirse ni un milímetro del guión establecido.
Pero la vida no es un guión escrito de antemano, si hay algo cambiante es la vida, es puro cambio, y estas personas tan rígidas se bloquean y llegan a partirse emocionalmente y hasta físicamente cuando se enfrentan a los cambios de la vida, son personas con rigidez cognitiva.
Un árbol por muy grande y fuerte que tenga su tronco, cuánto viene una gran riada, puede llevárselo por delante, los juncos de los ríos, por muy grandes que aparezcan las riadas, se pliegan y después regresan a su estado natural, son flexibles, las riadas no los parten, no se los llevan. Pues lo mismo ocurre con nosotros. Necesitamos desarrollar nuestra flexibilidad cognitiva para de esta forma poder afrontar de manera inteligente, conveniente y serena los cambios y las situaciones novedosas que nos presenta la vida.
La flexibilidad cognitiva es nuestra capacidad para con todas las herramientas mentales, emocionales y físicas con las que contamos, poder hilarlas de forma que nos adaptemos de la mejor manera posible a los cambios que se nos van presentando y crecer con ellos.
Nuestras experiencias, todo lo aprendido o nuestra creatividad se ponen a trabajar en grupo para buscar las mejores y más efectivas soluciones posibles frente a lo que nos vamos encontrando por el camino.
Tienes que estar abierto a cambiar, no hay nada más inteligente que estar abierto al cambio, porque es estar abierto a aprender, es estar abierto a la vida.
Si el ser humano no hubiera desarrollado su flexibilidad cognitiva nuestra especie no hubiera sobrevivido, nos hubiéramos extinguido. La flexibilidad cognitiva es absolutamente necesaria.
Me decía una paciente que venía con un grado altísimo de estrés y ansiedad, que siempre tenía que tener de todo lo que ella consideraba imprescindible en el frigorífico y la despensa, y que si no lo tenia salía a buscarlo fuera la hora que fuera, esto es rigidez cognitiva. Que no tengo salmón, pues se cenan huevos, y si no un sándwich de jamón, y si no una tostada con una lata de atún. Esto es una mente con flexibilidad cognitiva. Es un ejemplo muy sencillo del día a día, pero en él se puede ver el estrés que a mí paciente le suponía que le faltaran huevos, cuando podía estar serena y tranquila y cenar lo que hubiera, sin alterarse y tan feliz.
Es maravilloso que seamos capaces de reajustar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones no solo para sobrevivir si no para encontrarnos en la vida lo mejor posible.
Gracias a la flexibilidad cognitiva seremos capaces de adaptarnos al medio, siendo fundamental para nuestro aprendizaje y para la solución de cualquier tipo de problema.
Las nuevas situaciones, los cambios, los conflictos, siempre nos generan un determinado grado de estrés, y es la flexibilidad cognitiva la que nos permite manejarlo y reducirlo, y encontrar las estrategias más convenientes para adaptarnos a esos cambios y superarlos.
Las personas con flexibilidad cognitiva son más tolerantes con sus errores y con los de los demás, con los planes cambiantes, ademas son más empáticos y resolutivos, siendo capaces de encontrar lo antes posible el consenso.
La flexibilidad cognitiva es una capacidad que podemos potenciar y entrenar, puede que no se nos haya desarrollado suficientemente en nuestra vida o que la tengamos un poco dormida, y además con la edad solemos volvernos más rígidos mentalmente.
Te cuento cómo potenciarla:
En mis tres libros “La Medicina Emocional”, “El Efecto Tarta” y las “Ruedas dentadas. Pequeños cambios para grandes cambios “, se trabaja en cada uno de sus capítulos el desarrollo de la flexibilidad cognitiva. Te animo a leerlos.
Dra. Marisa Navarro.